domingo, 15 de diciembre de 2013

Obra de teatro

ACTO I

PRIMERA ESCENA, PRESENTACIÓN


El narrador se encuentra barriendo copos de nieve (poliéster) en frente de la escena del orfanato, tras él se encuentran Camila y Tomás que recién se encuentran, es decir, mientras el narrador barre, Camila entra en escena saltando de la alegría de ver a Tomás, cosa que Tomás hace de igual manera, es ahí donde se empieza a narrar. Todo esto mientras suena “Christmas song- Louis Armstrong”.

Narrador: *Está cantando la canción* Todo comenzó en un veintitrés de diciembre, en un pueblo llamado Terranova. Los copos tenían un aire muy negro a pesar de ser blancos, bailando agitados, revoloteando en torbellinos; es eso lo que barro… ¿Ahí atrás? Los niños del Orfanato y la hija de la dueña, Camila… En todo caso, cuentan que en navidad cosas mágicas ocurren y esta no será la excepción. *Sigue cantando la canción mientras se va*

Se hace énfasis en ambos: Camila y Tomás, que salen más al público y empiezan a dialogar.

Tomás: Camila… por fin vuelves, luego de éstos once meses de espera… por fin  -esto dicho con mucha emoción y congoja- Ven *agarra la mano de Camila* encontré un nuevo lugar donde puedes leerme, ven *la arrastra hasta ése lugar*.

Camila: También yo he esperado este momento con ansias, te traje un libro sorprendente… *mira el cuarto* Wow, siento algo extraño en este lugar.

Tomás: Sí, lo descubrí luego de ser rechazado por cinco padres… estaba muy triste y vine a parar aquí, siento algo extraño en este cuarto,  como si estuvieses a mi lado siempre.

Camila: La magia de la amistad… *pequeña pausa* nos une a los que estamos en lugares distintos *sonrisa de amiga*

Tomás: *se sienta en una de las sillas al lado de la mesa* Espero la historia con ansias *mira a Camila  con ojos ansiosos, con inocencia y curiosidad de niño*

Camila: *se sienta a su lado y empieza a leer la historia en voz alta*



ESCENA II



Camila leyendo en segundo plano: Los cuatro juguetes buenos estaban huyendo de la revolución de la malvada Fantonia. Había comenzado hace días y ya casi todos los juguetes se habían vuelto malvados. Fantonia buscaba la dominación del mundo.

Aquí la escena se recrea y la dimensión de los juguetes pasa a ser la principal, el primer plano, los cuatro juguetes entran a escena mientras huyen de las hordas Fantonianas.

Laura: Esa Fantonia está loca *dicho esto con rabia*, y ahora hablando de otros mundos… ¿alguien sabe qué será de la princesa?

Daniela: No sé de la princesa, pero… *tono pensativo* a lo mejor  sí halla otros mundos ¿no? ¿Recuerdas el pozo detrás del castillo?
Paula: Gente, creo que lo mejor es irnos, más tarde pueden hablar de metafísica.

Santiago: Sigan, sigan.

Los cuatro juguetes salen de escena mientras corren. Le siguen los malos, que caminan mientras buscan en medio de la escenografía. Fantonia hace presencia junto con su ayudante.

Ayudante: Señorita Fantonia *tono sumiso, indeciso y respetuoso, con muchas pausas y titubeos* no debe preocuparse por esos ineptos infieles, ya se puede sentir la energía del libro ese que usted…

Fantonia: ¡Silencio! No quiero fallas en este plan, los quiero a todos ellos en el calabozo o al menos que les corten la cabeza. Ese libro de Lewis Carroll ¿cómo se llama? ¡Alicia en el país de las maravillas! Y pensar que aprendí tanto de esa bonachona reina.  *mira al ayudante de manera sensual* Conejo *dicho con tono sensual*

Ayudante: Pero *titubeando* señorita…

Fantonia: *Lo mira con gravedad y habla con condescendencia de reina a súbdito* ¿Me dices algo señorito?

Uno de los juguetes malos: Señora, respetable señora, no hemos encontrado  un rastro de ellos.
Fantonia: *Observa en rededor* Jum *frustrada* Mantengan la vigilancia, en la noche los espero en el pozo. Ahora lárguense.
ESCENA III



Camila cierra el libro
Camila: Ya es tarde, mamá va a llegar y no quiero crear problemas

Tomás: Entiendo *triste* Camila… *tono tímido de niño* ¿la princesa está bien? ¿No es así?

Camila: Tranquilo Tomás,  ya te contaré…

Madre: Camila *grito* *abre la puerta* Te estaba buscando *pasa de estar furiosísima a muy calmada debido a la presencia de Tomás, ella es lo que aparenta*  *agarra a Camila* Ven para acá. Ay Tomasito que pena contigo *Ternura hipócrita*, ve a tu cama yo hablaré con Camila.

Tomás: Éste es mi cuarto señora, acá duermo, en el suelo.

Madre: Oh… entonces *mira a Camila* vámonos hija *se va con Camila*

Tomás: Chao Camila *la mira sonriente*

Camila: Chao Tomás *lo mira melancólica*
salen del cuarto la madre  y Camila.

La madre dice al cerrar la puerta:
*Sermoneando de manera exagerada e iracunda* Ya vas a ver señorita, con esa gente uno no se mete *La agarra de la camiseta*

El barrendero se acerca para cerrar las cortinas. Detrás de él, mientras se cierran las cortinas, la escena queda en pausa: Tomás en la habitación mirando el vacío, la madre agarrando a Camila de la camiseta.

Narrador: Y así sucedió ese día, vámonos un poco a la noche, dónde se entonan villancicos en las casas y, las luces y las guirnaldas decoran el paisaje.







ACTO II
ESCENA I



La escenografía se convierte en dos mundos paralelos, el cuarto de Camila da la idea de ser contiguo al cuarto de Tomás, de manera que algo divide los cuartos por la mitad y ambos personajes aparentan estar uno al lado del otro mientras están lejos. Se lamentan, es una elegía, ambos se miran sin saberlo mientras recitan sus poemas y, tocan sus manos cuando en verdad tocan las paredes del cuarto. Todo esto mientras suena “Asleep- The Smiths”

Comienza la canción, déjense sonar los primeros siete u diez segundos.

Camila: Cuando pienso en él, recuerdo esa obra de Shakespeare, lo veo como un Romeo, pero más puro ¿Por qué madre? *casi llorando* encima que sólo nos vemos cada once meses… ¿cuándo entenderá el mundo que yo siento que lo he conocido siempre? ¿No será que en el fondo, somos un hilo de almas que se esparce por los cuerpos, las formas; un círculo, un todo? ¿Por qué no entras ahí madre? *se limpia las lágrimas*
Tomás: Qué desgracia que me acompaña, qué ironía que me azota ¿por qué se tuvo que ir? Mis días son eternos. Camila, te siento aquí y me siento tan solo también; no conozco la vida, he sido un enjaulado, proscrito al encierro, el exilio; pero siento que eres mi puerta, la puerta y la misma llave ¿Los amigos son eso acaso? ¿Puerta y llave del mundo? No somos mayor cosa estando solos,  sólo copos de nieve, hojas de otoño, flotando en un abismo. Dios ayúdame *siente algo extraño*… ven Camila… te siento tan cerca.

Camila: Debo verlo, siento que hoy más que nunca me necesita *decide irse, se escapa por la ventana y sorprende a Tomás*

Se crea un efecto de ventana abriéndose, Camila pasa notándose que hubo un lapso de tiempo hasta llegar al cuarto de Tomás.

Tomás: *sonrisa de profunda felicidad y sinceridad* ¡CAMILA!

Camila: *lo mira con complicidad, sonriendo también* No he terminado de leerte el cuento.
Camila se sienta en el suelo junto con Tomás, va susurrando parte de la historia:

Camila: Fantonia se acercaba al pozo, y era ya muy muy tarde… *bosteza* como aquí en el mundo real

Tomás: ¿Mundo real? Yo soñé que vivía en un castillo, estaba en un calabozo; todo era muy frío...
¿Crees que los sueños sean una visión del futuro?
Camila: Creo que más bien  *pensando*, nos muestran nuestro interior. Yo soñé que era una princesa  y alguien llegaba… no recuerdo quién era, sé que no era un príncipe ni nada de esas cosas; venía a sacarme también de un calabozo creo, estaba encerrada… Ja, ha de ser que necesito ser rescatada por alguien *se ríe, pero no a carcajadas*

Aquí se debe notar el sueño en los ojos de ambos

Tomás: Deberíamos dormir *bostezo* mañana será otro día *se acuesta a dormir en el suelo

Camila: *Sonríe* *Se acuesta a dormir también en el suelo*

Suena La danza del hada de azúcar de Tchaikovski
El libro se abre solo, haciendo uso de un hilo. El libro está en la mesa, empiezan a escucharse risas en off, van saliendo los juguetes malos del libro, Camila despierta creyendo que es un sueño, por lo que no le da mucha importancia a ver juguetes ahí. Nótese que mientras salen los juguetes del libro  hacen una danza –la coreógrafa es la encargada- y en la danza participa Camila que al despertarse empieza a buscar a los juguetes.  La danza debe finalizar en un lapso de al menos un minuto como máximo, en lo que los juguetes malos atrapan a Camila –que se duerme de nuevo- y se la llevan con ella al libro.


ESCENA II (En el mundo de los juguetes)




Los juguetes han salido del pozo con Camila.

Juguete malo X: *risa malvada* *mira a Camila mientras la llevan cargada*

Juguete malo Y: Bueno, Fantonia seguro nos agradecerá, ¡oh sí! Señores, hoy vamos a beber, yo invito.

Juguete malo Z(Álvaro): Déjenla ahí tirada, Fantonia no debe tardar mucho

Los demás juguetes malos están detrás haciendo cosas cualesquiera, hablando entre ellos, echando chistes, pero todo a muy suave tono, sin proyectar demasiado la voz; algunos salen del pozo.
Llega Fantonia con su ayudante, quién camina medio jorobado. Fantonia viene caminando erguida, mostrando su poderío en el rostro; mira a todos los súbditos; les arroja pilas duracell.

Fantonia: Aquí tienen, miserables. Ahora los quiero fuera de mi vista.

Los juguetes malos–excepto dos- se van, esos dos se quedan para levantar a Camila.

Fantonia: *mira a Camila de pies a cabeza* Al castillo, junto con la princesa. Esta niña me dará el poder para dominar el mundo, y nadie sabe cómo detenerme *risa malvada*

Ayudante: Sólo hay que traer al hombre único *de manera muy inoportuna pero inocente dice esto*, el que sólo está en uno de los dos mundos.

Fantonia: *lo mira con rabia de madre a hijo* ¡Idiota! Qué no digas esa información en público *y mira al público* ¿Cuántas veces te lo he dicho?

Ayudante: *cara de regañado* Okay…

Fantonia se va mientras arrastra al ayudante de la oreja, los dos juguetes malos se llevan a Camila.

Los cuatro juguetes buenos están detrás del pozo, escondidos, y escucharon todo. Cuando el terreno está despejado salen los cuatro.

Daniela: De ahí salieron *señala el pozo *… y tú *mira a Laura de manera retadora* de escéptica, hablando mal de la metafísica.

Laura: Bueno eeehh *tono de reclamo*, todo mundo se equivoca

Paula: Más si es un aparatejo  que a duras penas puede saber para qué vino al mundo y se alimenta a base de pilas.

Santiago: Por  Dios ¿podemos entrar al pozo a rescatar nuestro mundo? ¿O van a seguir con esas vainas?

Todos tres menos Santiago: Sí, sí, ya vamos… ¿Quién primero? Ah… yo yo, ya voy.
Se cierran las cortinas.




ESCENA III




Salen los juguetes del libro, no hay música. Están en el cuarto de Tomás

Laura: *sorprendida* Oh por…

Daniela: Él es el que sólo existe en un mundo. Despiértenlo, debemos rescatar a la niña y la princesa

Paula: ¿Lo condenaremos a la eterna soledad del calabozo por nuestro beneficio? Wow *tono sarcástico*

Santiago: Se condenará por su amiga, seguramente, y eso nos ayuda a todos.

Tomás: *se despierta y mira con sorpresa a todos* pero ¿qué es esto?

Daniela: No hay tiempo para explicaciones, síguenos  *se lo lleva al libro*

Todos entran al libro se cierran las cortinas




ESCENA IV


Al abrirse las cortinas aparece el cuarto de Camila, con utilería que lo haga parecerse al de  una
princesa y al mismo tiempo al de Tomás. Aquí suena un fragmento del primer movimiento de la Scherezade de Rimsky Korsakov que representará el momento en el que los dos mundos se mezclan. Debe sentirse un pequeño estruendo en todo el escenario, las sillas, las mesas y la decoración pueden ser agitadas por los tramoyistas. En ése cuarto Camila y la princesa se miran asombradas de lo idénticas que son.

Camila: Eres… la…
Princesa: Sí, soy ella misma, llevo aquí encerrada un mes más o menos; lamento mucho que te hayan raptado

Camila: ¿Raptado?

Princesa: Eres mi contraparte… así es como Fantonia anula mi poder, haciéndome encarar con mi otro, propio yo.

Aquí se hace una pantomima en la que cada una de las chicas se imita, como espejos

Princesa: Fantonia va a dominar el mundo… no sé qué hacer

Camila: ¿Qué es la vida?, un frenesí. ¿Qué es la vida?, una ilusión, una sombra, una ficción, y…*como diciéndolo para sí pero haciendo que el público escuche*

Princesa: ¿Ah?

Camila: *espaciado diciéndose con angustia* el mayor bien es pequeño

Llega Fantonia de improviso

Fantonia: Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son *mirada malvada, pero dicho con sutileza y delicia de rapsoda griego*. Pedro Calderón de la Barca. Tenemos una muchachita culta aquí; qué hastío. En este mundo sólo leo yo jovencita, y por cierto, tu amiguito estará solo, muy solo.

Camila: *La mira como retándola* Desgraciada.

La princesa está congelada por ver a Fantonia

Fantonia: Las dejo niñas, iré a conquistar el mundo.

Alegato por Camila, pero las cortinas se cierran.

Sale el barrendero

                Narrador: Sé que me extrañaban, a lo mejor no me recordaban. En fin. Esa noche los dos mundos se entrelazaron,  los juguetes malos se preparaban para atacar el mundo real, cuentan que… se podían ver las hordas de juguetes marchando como militares yendo directo al pozo. *mirando al público más de cerca* ¿Qué diferencia hay entre lo real y lo ficticio? ¿Qué tan fuerte es la amistad de nuestros amiguitos? Un tesoro tan necesario.
ACTO FINAL
ESCENA I

Salen todos los juguetes malos marchando de un lado del escenario a otro, liderados por el juguete militar, no se colocarán tambores, se hará una marcha en la que cada uno de los juguetes asemeje ese grito típico militar “Jei Jo, Jei jo” mientras marchan. Los juguetes buenos siguen escondidos detrás del pozo, ésta vez con Tomás. En cuanto se van todos los malos los buenos hablan.
Daniela: Ahora deberás ir al calabozo, nosotros te llevaremos, encuentras a tu chica y…
Laura: Puedes rescatarla, tienes un poder y es que no tienes paralelos, por lo que, en éste mundo puedes romper las barreras fácilmente…
Paula: Luego entrarás al calabozo la saludarás, picos, etcétera y entonces allí…
Santiago: *con tono imprudente* Vivirás los próximos años de tu vida, sólo podrás hacerte sentir, como un recuerdo…
Los tres menos Santiago: ¡Oiga! Se supone que no le íbamos a decir
Tomás: Entonces *titubeando* para rescatarla debo…
Todos cuatro: Sacrificarte *tono de sentencia*
Tomás: Y ser un recuerdo… ¿por eso sentía a Camila en  el cuarto aún sin que ella estuviera ahí?
Paula: Verás… Los universos se conectan entre sí, hay ideas que trascienden, cuando extrañas a Camila, hay alguna *hace gesto de comillas* “Camila” que existe en algún universo, la Camila de este universo es la princesa, y al estar con tu Camila, se anulan sus poderes. Tú, por alguna extraña razón no puedes ser recreado en otros universos, vives en uno solo, el que escojas…
Santiago: Suficiente de palabrería, no lo confundas. *interrumpe*
Daniela: ¿Aceptas sacrificarte?
Tomás:*tragando* Acepto.
Laura: Pues andando *se lo llevan*

Se cierra la cortina.
ESCENA II


Aparece Tomás en las barreras al lado del calabozo. Está solo. Saluda a Camila con desespero y luego se detiene, debe decirle.
Camila: ¡Tomás! Nunca pensé que estaría tan feliz de verte dos veces el mismo día
Tomás: Vine a ser el héroe del cuento
Princesa: ¿Te sacrificarás?
Camila: ¿Sacrificio?
Tomás: Sí, no te preocupes Camila, estaré contigo luego, confía en mí. *dice para sí mismo* como un recuerdo
Momento emotivo. Tomás rompe las barreras, le pide a las niñas que se vayan, de nuevo suena un fragmento de Korsakov. Las niñas se van, queda Tomás solo ahí, los adorno y el mobiliario del cuarto sucumben y toma apariencia de calabozo, desolado y frío. Tomás repite “un recuerdo”. Las cortinas se cierran.
El narrador aparece de nuevo. Pero ahora con las cortinas abiertas mientras sucede lo que narra. Nótese que ya se debió cambiar la escenografía, del calabozo al castillo.
Narrador: Un recuerdo era lo que quedaba ahora de Tomás en el mundo, al menos, el mundo de Camila. Ella corrió y corrió, vio cómo los juguetes malos iban desfalleciendo, y entró al pozo. Permítanme cerrar esto una vez más.  *cierra las cortinas* *mira el reloj como esperando* *asoma la cabeza por las cortinas* ¿Ya está listo? Bien, sigamos.


ÚLTIMA ESCENA


En esta escena se vuelve al cuarto del orfanato, Camila está sola, vuelve a sonar asleep. Se queda mirando la ventana, por unos diez segundos o doce.

Camila: Un recuerdo es todo lo que queda, a veces pienso… ¿No somos todos un simple recuerdo del pasado? Vamos por ahí dejando un rastro… somos unas huellas que avanzan, qué tristes huellas las que van solas, en un desierto sin más líneas, que vayan en zigzag o curveadas *hace con las manos esas figuras*, completamente sola.

Pero no me siento sola en este instante, lo siento aquí, a mi lado, siento que me habla. No puede morir, aquello que se incrusta en el corazón, ese cuchillo caliente que se hinca en la carne de una persona al conectarse con otra; se funde el acero en la piel y algo viaja de una persona a otra. Algo o alguien. Y ¿por qué no decir que cuando se piensa en alguien también él lo piensa a uno? Su recuerdo…  ¿Por qué no decir que somos el círculo? Y ¿el círculo es Dios y todos somos parte de él? Y ¿si en cada amigo que hacemos hallamos un pedazo de Dios y de nosotros? Al morir, todo acaba como quedó aquí en la tierra… El recuerdo entonces ¿no es esa persona misma viva? E incluso si no muere y se aleja, o si se queda y se acerca, nos acompañe o nos deje. Si la amistad y el amor no están destinados a morir, no se puede estar completamente solo *mira el cielo*, nunca.






FIN DE LA OBRA