Yo no tengo nombre, ni apellido, ni forma, ni espejos para saber como soy,
soy el ayer, el hoy, el mañana, soy las cuatro dimensiones que en realidad son once,
pero no importa, ellas no niegan mi existencia, ni la prueban -algunos ni saben que existen-.
Aunque no tengo nombre muchos me llaman de diversas formas, en diferentes idiomas,
y me cantan y me alaban, eso creo. Lo he visto y veo todo, desde la muerte de una estrella
hasta la de una hormiga. Nada hago, sólo observo callado en mi propia infinidad el todo,
la nada, el porvenir. Algunos me niegan, otros me alaban, otros escriben sobre mí,
y sobre mis leyes -que ni yo conozco- pero a fin de cuentas, nadie sabe ni puede saber
si soy o no soy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario