Fijáte vos, el chocolate que preparaste no me gustó,
demasiada sal de tus lágrimas, mucho cacao amargo,
el azúcar se perdió detrás de la orejilla de la taza,
sabía más a un té mal preparado, a un café viejo.
Fijáte vos, tu azúcar ya no endulza, se vuelve insulsa,
se aleja, la espantas, tus lágrimas, las mías, el dolor,
la orejilla de la taza, se muere, se muere para no volver
el dulzor de tus palabras, se muere.
Fijáte vos, la masa está cruda, tus mejillas mojadas,
tu pelo seco, mis ojos deshidratados, el corazón desangrado,
el queso rancio, yo no como eso, vos tampoco.
Fijáte vos, fijáte vos, se acabó la mantequilla,
se deslizan los amores, se nos pierden los placeres,
olvidamos las pasiones, no me gustó el desayuno,
y sigo ayunando, como seguís vos, seguimos los
dos ayunando nuestro amor.
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