domingo, 24 de febrero de 2013

Ambigüedades

Cada vez que Daniel mira el suelo lo toma una mirada llena de angustia, llena de dolor, agarra su tacita de café y toma un sorbo, no tan dulce, no tan malo. Leonardo lo mira, le dice que no vague, que él vagó y que el vago no se toma nada en serio, pero las penas se lo toman todo y sin azúcar, que la imaginación se confunde con la memoria, y que la conciencia vaga vaga en busca de la toma de su mente, que la culpabilidad llega impaciente, como un olor a marcador azul de alguna marca no registrada.

Daniel lo mira a los ojos y se asusta, se le erizan los vellos, Leonardo entiende, está empezando el proceso; en aquel momento con olores mixtos Daniel recuerda su toma, su hipocresía, su ambigüedad, la cara de Leonardo le lanza escombros, un fogonazo de memoria, y la culpa se lo toma todo... "¿Y si se va...?" preguntaba Daniel con el cuello torcido e hirviente, que el café quema y quemó, Si se va... se va y me voy, no voy a dejar que su partida me tome vago, ni brego a tenerla o detenerla , a tomarla del brazo o de la mano, su recuerdo se esfumará, ya sea que fumaras, o yo fumara , el olvido vago se irá y morirá en su culpa; "¿Y si se queda...?" pregunta Leonardo, si es así, si se queda... me condeno a la toma de mi vida, a la muerte de mi mente, a la mente de mi vago, si se queda me voy yo.

domingo, 10 de febrero de 2013

Viento, Luna.

‎"Ya la noche está nublada, 
y el ciego se siente sin lazarillo, 
no hay lucero que ilumine, 
las tinieblas, los pasillos

Pasos lentos, prófugos,
la desesperación lo persigue.
Pesados van los pómulos,
la mirada muerta, triste.

Ya no hay luna que lo guíe,
No hay esperanza que lo aliente.
A lo lejos huyes, lazarillo,
huyes, luna inconsciente.

Ya la noche está irritada,
y el ciego en la neblina.
Luna ausente, alejada,
¿a dónde vas sin compañía?

Viento fuerte, tempestad,
Déspota confusión en su alma,
Debilidad, mortandad,
el ciego llora su amada

Ya la noche está callada,
no hay llanto, no hay nada.
Ni la salinidad de las lágrimas
sobrevive en esta vida empantanada."
‎"Ya la noche está nublada, 
y el ciego se siente sin lazarillo, 
no hay lucero que ilumine, 
las tinieblas, los pasillos

Pasos lentos, prófugos,
la desesperación lo persigue.
Pesados van los pómulos,
la mirada muerta, triste.

Ya no hay luna que lo guíe,
No hay esperanza que lo aliente.
A lo lejos huyes, lazarillo,
huyes, luna inconsciente.

Ya la noche está irritada,
y el ciego en la neblina.
Luna ausente, alejada,
¿a dónde vas sin compañía?

Viento fuerte, tempestad,
Déspota confusión en su alma,
Debilidad, mortandad,
el ciego llora su amada

Ya la noche está callada,
no hay llanto, no hay nada.
Ni la salinidad de las lágrimas
sobrevive en esta vida empantanada."