Conocí a un amor de mi vida
Tengo este blog desde mis trece años. Han pasado once años desde que se creó. Encontrarán muchas cosas de todo tipo. No hay más que decir.
jueves, 14 de octubre de 2021
Estupidez
domingo, 26 de septiembre de 2021
Nada me pertenece, ni podría pertenecerme. La relación de pertenencia en tanto propiedad solo anula la vida. Y no quiero sembrar muerte. La propiedad es un monstruo de entropia, como el capital, el mercado financiero y las grandes empresas de las TICs. Producir información, maximizar la exportación de entropia, desgastar el mundo ¿Cuántos joulios cuesta sostener este perfil de Facebook? Nadie sabe para quién camella, ni para quién van sus datos.
Pensamientos incómodos.
El poder y el erotismo son indisolubles. Entre muchas razones, porq una de las reacciones que podemos tener cuando ejercen sobre nosotres cierto tipo de poder es el deseo, la búsqueda de placer. Me parece que por ahí va el asunto de "dejarse seducir". No es necesaria una "seducción del fascismo a las masas", así de forma general, solo se necesita apelar justo a esa instancia de seducción más óptima, en la que l'agente por sí misme empieza a incorporar dicha relación, deseando activamente esa sumisión, siendo co-productore de la escenificacion político-erótica. El deseo es una de las monedas de cambio del poder.
El BDSM parece un laboratorio de exploración de las experiencias de erotismo-poder. Siempre suponen un juego con la seducción óptima (minimizar la inversión), una tensión moral (porq sin moral, sin Ley, no hay poder ni autoridad), y un flujo novedoso de deseo que puede o no, replicar formas conservadoras de desear.
La heterosexualidad monogama, en cambio, mantiene intacta la estructura de flujo del deseo y la explota al tope. Ser monogame es aprender a desear la prisión, el castigo, la vigilancia y el aislamiento: la familia. Es defender, sin darse cuenta, la legislación sobre los cuerpos, con fines (re)productivos. La instauración de categorías fijas que optimicen la dupla seducción-deseo. Hay una economía del deseo y un deseo económico.
sábado, 25 de septiembre de 2021
Sí, es vértigo
Claro, lo confieso. La vida me da vértigo, quizá unas dos o tres veces a la semana. Los síntomas son... tú sabes... Los de siempre. Por ejemplo, a veces me despierto así de la nada, de golpe, como buscando una bocanada de aire en medio de la pesadilla. Y las pesadillas siempre asfixian. Entonces me doy cuenta ¿Qué significa que se oiga tu voz? A veces siento que no se me comprende y pienso que existen relatos culturales que hacen contrapeso a esa intuición - ni tu ni nadie nadie nadie me ha querido... tal como soy-.
Los sistemas sociales se conectan con palabras. Habitamos un tejido simbólico multiforme, multidimensional. Es algo aléfico, spinoziano. De alguna manera la realidad es ese gran retículo de información, materia y energía. También los sistemas sociales tienen sus nodos excitatorios -las bibliotecas, los lugares sagrados- y sus nodos inhibitorios -la cárcel, la escuela-. Es esa idea reciclada de la noósfera. Pero en todo caso, me da vértigo.
Yo lanzo un mensaje en el que creo, como quien riega la lluvia desde algún cielo, para sembrar el camino y andarlo. Me digo anarkiste relacional, pero soy une romántique. Creo en la comprensión, en el éxtasis de lo místico, en las caricias de la música. Pero el lenguaje es equívoco. Porque hay entropía y evolución. El mundo es equívoco, siempre que alguien le interprete. Creo que ahí está el trasfondo de todo: el eterno retorno no es tanto una cosa de vivir siempre la misma vida en términos físicos, como de vivir constantemente la misma vida narrativa. Ese tema que varía, como un círculo que deviene espiral al fracturarse con una tercera dimensión. Siempre repito mis dramas, pero siempre los repito de forma diferente. Y ese es mi eterno retorno: afinar la cuerda y llegar al virtuosismo. Ofrecer la mejor obra. Tejer mi yo con los hilos de las moiras. Así entiendo yo el afirmar la vida: vivir siempre mi historia, o más bien, la historia a la que pertenezco. Realmente nada me pertenece, salvo mi propio cuerpo -aunque incluso este, de alguna manera, reclama su autonomía con el cansancio, la vejez, la pereza, la gula.
Entender el destino como los márgenes que me ofrece de libertad ese retículo enorme al que pertenezco. Y ese retornar, esa multiplicación infinitesimal de posibles trayectorias -cloto, láquesis, átropos-, lo múltiple aquí en lo uno: miríada de haces lumínicos a través del prisma. Y ahí, entre las diversas longitudes de onda, me disipo entre gradientes de posibles yoes. Me despliego, me fugo entre los márgenes, diverjo al infinito, tangencial a mi pasado y paralelo a mi futuro.
Pero me da vértigo, lo confieso. Me pasa unas tres veces por semana. A veces me despierto de sueños floridos y recuerdo el peso de la vida. A veces me levanta el sudor y el olor a la colilla de cigarrillo que quedó tirada, justo al lado de la cama. Y entonces nada importa, momentáneamente. Llego a casi no decir nada. Quisiera decirlo todo y, al terminar el texto, no decir nada. Como el vértigo, que es a lo que sabe el desajuste. Al borde, siempre al borde. Siempre en fuga. Todo lo que he escrito ha sido siempre lo mismo. O sea, nada.
jueves, 2 de septiembre de 2021
Oda al Caos
Señora de la destrucción, del cambio perpetuo y la creación siempre inacabada. En tus torbellinos demenciales sumerjo estas palabras.
A ti agradezco la furia, el derrumbe y la rumba. A ti agradezco la vida, la muerte y la penumbra. A ti agradezco los ineludibles y constantes funerales a los que asisto de mí misme.
Señora de la fuga, del escape y del calor. Purifica mi tedio con tu fuego eterno, eleva la coincidencia al nivel del destino, amplifica mis impulsos hasta que mi cuerpo resonante se quiebre
Desmembra mi alma y reordena sus pedazos, consume mis cadáveres y siembra un árbol, Invita una bandada de pájaros que migren y fluyan, como un solo cuerpo con cada paso.
Nada muere eternamente en tu presencia. Alejanos del dios cristiano y sus falsas promesas de felicidad eterna. Reivindico hoy el valor de lo intrascendente, de lo simple y lo complejo, de lo finito y lo mortal.
Señora de la creación, del cambio perpetuoY la destrucción siempre inacabada. Convidame el vino de tu seno y el ritmo de tus caderas, quiero bailar al filo de tu cuerpo.
lunes, 23 de agosto de 2021
Un mensaje encriptado.
A una decepción de convertirme en lo que juré destruir, dice algún proverbio. El mundo que se impone y nos rebasa como la belleza de una margarita amarilla que no es nunca La Margarita. Esta tiene un pétalo chueco y dos tirados en el suelo. Pienso en lo que me trasciende, un tiempo inmanente. Precisamente todo está pasando aquí y ahora. Pienso en el dolor, en el sufrimiento y el conflicto. El sufrimiento es inexpugnable, porque soy un animal que sangra. El conflicto es ineludible porque habito territorios y categorías. Tan vanos son los intentos de extirpar la contradiccion de mis experiencias como lo son los intentos de extirpar el dolor de un mundo habitado por seres que sufren. Como demonio de Laplace, fantasía neurótica. Anticiparlo todo es la muerte, el paraíso. Mi condición fundamental: la incompletitud. No soy inestable, soy metaestable. Bienvenida sea la tragedia, madre de la historia. Bienvenido sea el error, padre de la evolución.
Otro mensaje encriptado
Habláme de la muerte, del daño, del odio. Me aburrí de darle la espalda a la mitad de mis experiencias. No quiero que mi sombra sea asunto solo del psicoanalista de turno o de la gente que me sigue la espalda con el puñal en la mano. Habláme de la impureza, del engaño y del egoísmo. El tabú a la muerte señaliza el culto a la misma: se prohíbe sólo lo que se desea. Desearlo todo es desear la muerte absoluta. Celebrás un festín y en la ventana alguien te mira con hambre. Ugh, que se vaya, me incomoda - Pero amade mie, decía Baudelaire a sus adentros, como puedes ser tan cruel y tan belle. Y los adentros de les poetices, ya lo sabemos, son los adentros de la condición humana. Les poetices: libros abiertos. Todo libro abierto es un espejo, me refleja enajenándome. Yo consumo, luego mato. O mejor, alguien mata, luego yo consumo. Y los hay también quienes matan mientras consumen. O quienes consumen mientras dejan morir. Ya no quiero que el Estado ni la psiquiatría gestionen mi indiferencia ante la inanición y capturen mis afectos para sus fines. El tabú al propio dolor y al propio ejercicio de la violencia es cederle la fuerza y el poder a otres.
martes, 19 de enero de 2021
Lacrimosa
De un título de médico, especialización
En Psiquiatría, me ofrecieron la hostia
De sertralina 100 miligramos al día
Llevo este nombre marcado en la cara
Trastorno límite de personalidad
Ojos desorbitados, mirada perdida
Identidad fragmentada por lesión
Traumática. Emociones oscilantes
Picos y valles recorridos cuatro
O cinco veces por día, cada seis meses
Un intento de suicidio se asoma
Detrás de mis mejillas, en las quemaduras
Con las que pretendo cauterizar la herida.
Y la máxima entropía es la muerte
¿Por cuántos microestados bailaré
Antes de integrarme o irme?
Dia de lágrimas aquél día
Que se elevará de las cenizas
El hombre para ser juzgado como reo
Dia de lágrimas aquél día
El hombre para ser juzgado como reo
Perdónalo dios compasivo
sábado, 2 de enero de 2021
El pulpo y su neurofisiologia anarquista (¡¿?!)
Pensemos lo siguiente: Buszáki nos contaba como las neuronas más interconectadas entre sí a nivel anatómico estaban, a su vez, recibiendo señales de receptores cercanos entre sí, dado que así, el sistema puede representar la organización de la realidad: existen regularidades estadísticas que pueden ser captadas por los animales con cerebro gracias a los hábitos que generan al interactuar con su medio. El hábito está adquiriendo forma gracias a la regularidad estadística de ciertos fenómenos del mundo. Se conectan más y están más cercanas -topológicamente hablando- las neuronas que reciben info de mi pulgar y mi índice porque PUEDO TOMAR OBJETOS DE ESTA MANERA; los objetos se acoplan a la estructura de mi mano y por esto, mi cerebro puede representar el objeto.
Ahora vamos a los pulpos: los pulpos son invertebrados, no tienen huesos, sus grados de libertad son muchísimos más que los nuestros ¿por qué? Porque las posibles configuraciones que podría, en potencia, adoptar un tentáculo son inmensas! Piénsenlo así ¿de cuántas formas se puede enrroscar un espagetti? ¿qué sistema nervioso se requeriría para coordinar este tipo de comportamiento? No, es que no sería para nada económico: sería una red con DEMASIADOS NODOS Y DEMASIADAS CONEXIONES.
¿Vamos bien? Listo, aquí la cosa: si yo estimulo el "análogo" del pulpo, o sea, el sistema nervioso central, su encéfalo NO SUCEDE ESTO. O J O. Si yo estimulo una partesita de mi corteza motora primara, hay una activación de una parte de mi cuerpo; si yo estimulo una partecita de la del pulpo se activan varios tentáculos. Pareciera pues que el "cerebro" del pulpo coordina programas motores que ya venían forjándose desde antes. Aquí viene lo chido.
Dos tercios de las neuronas de los pulpos están en su sistema nervioso periférico, el resto en su sistema nervioso central. Cuando un pulpo va a comer algo, logra estructurar su tentáculo como si fuese un brazo... O sea, reduce los grados de libertad a tres, como en nuestro caso ¿cómo hace esto? Pues, al parecer, el pulpo lo logra porque CADA UNO DE SUS TENTÁCULOS tiene circuitos estructurados de tal manera que pueda SIMPLIFICAR la información que recibe su cerebro. En el caso de la prensión sucede así: divídase un tentáculo en tres fragmentos: proximal, medial y distal. Hay dos señales que se generan simultáneamente, una de la región distal a la proximal y otra de la proximal a la distal. Parece que cuando ambas señales se encuentran, ahí se genera una contracción que permite hacer una suerte de "pseudo-codo" del al pulpo. En otras palabras: mientras que para los mamíferos el cerebro ayuda a establecer hábitos y a actualizarlos, pareciera que en los pulpos quien cumple esta función es el sistema nervioso periférico -lo denominan "computación morfológica". Es un organismo cuyo comportamiento se coordina de manera no centralizada.
La neurofisiología del pulpo está descentralizada! Casi como si cada tentáculo fuese autónomo y el cerebro funcionara como un consejo asambleario para coordinar acciones que ya venían agrupadas previamente!
sábado, 5 de diciembre de 2020
Sueles dejarme sole
Bailar en la cueva
domingo, 22 de noviembre de 2020
¿Cómo nos representamos el mundo? Pink Floyd y la evolución. Parte I
"And deep beneath the rolling waves
In labyrinths of coral caves
The echo of a distant time
Comes willowing across the sand" -Echoes, Pink Floyd
En el cerebro, las neuronas que procesan la información sensorial de un pulgar están más cerca a las que procesan la info sensorial de un dedo índice, por ej, que de las que procesan la info sensorial de un talón. De manera análoga, las neuronas de la retina, la corteza visual y el tálamo procesan mejor estímulos visuales físicamente adyacentes. Por decirlo de otra manera: las neuronas se interconectan más entre sí si, a su vez, están representando eventos espacio-temporalmente cercanos.
Tanto el procesamiento de info somatosensorial como visual involucran la corteza y, esta corteza, está subdividida en distintas áreas de manera funcional. Hay pues, una corteza somatosensorial y una corteza visual. Ambas áreas están organizadas mediante la repetición de estas microcolumnas que ven en la foto (fig.1). Estas microcolumnas, se hipotetiza, son las que llevan a cabo los cómputos de información nerviosa y funcionan en paralelo a lo largo de la corteza.
Unamos ambas cosas: las diversas áreas de la corteza comparten unas micro-columnas cuyo funcionamiento es similar ¿cómo, entonces, es que pueden procesar información diferente? Esto podríamos entenderlo así: cada área está interconectada con un grupo específico de sensores -conos, bastones, mecanorreceptores ,etc- que se organizan de tal manera que puedan captar las regularidades propias del ambiente. En otras palabras: hace sentido que estén más interconectadas tus neuronas que reciben aferencias del pulgar y del índice porque en el mundo físico es más probable interactuar con los objetos mediante la prensión que nos permite nuestro pulgar oponible.
Aquí, me parece, llegamos a una conclusión muy hermosa que nos ofrece Buzsaki (2006) en Rythms of the Brain "organizar la mayoría de las conexiones localmente en módulos corticales habilita al cerebro a mapear relaciones-de-vecindad del ambiente más eficientemente, porque son las interacciones locales el principio organizativo principal del mundo físico" (pp.46-47).
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Fig.1 Módulos corticales de procesamiento de información según Buszáki (2006) |
La manera mediante la cual el cerebro representa el mundo no es mediante imágenes internas, escondidas en las neuronas y leídas por un homúnculo. El cerebro no contiene la experiencia; la articula. Y la articula calibrando el ajuste entre organismo y medio, que es un flujo continuo de comportamiento. O sea, el cerebro sólo "representa el mundo" en la medida en la que ya pre-existe un acoplamiento funcional particular entre organismo y medio -de ahí que muchas más especies de diversos clados puedan adaptarse a su medio sin un cerebro. El cerebro sólo "representa estímulos visuales complejos" en la medida en la que el organismo dueño de ese cerebro ya tenga ese tipo de interacción con su medio en la que predomine la vista. El cerebro es la condición estructural necesaria para que los seres vivos que lo poseen puedan interactuar de manera eficiente con su medio. Quizá sea más preciso decir que el cerebro no representa el mundo, sino que en él resuena el mundo. Resuena porque la estructura de nuestro cuerpo lo permite y esa resonancia sirve como ritmo para la danza vital de un animal. Y ahora... esa melodía ha resonado durante por lo menos 500 millones de años. Quizá resuene en nuestro cerebro el eco "nervioso" de quién sabe cuál hipotético antepasado primigenio, arrastrándose desde lo más profundo del mar, llegando a lo más profundo de nosotres. Somos música.
martes, 20 de octubre de 2020
Hastiade de lo trascendental
"No me pidan razones para entender
La marea rebelde que me llena el pecho.
Mal en este mundo, mal con esta ley:
No hice yo la ley ni el mundo acepto." - José Saramago.
Ya no creo en las secretas revelaciones de las drogas;
ni en levantar el polvero de mi alma
sacudiéndome el cuerpo con un polvo.
Si me drogo es para sedarme y olvidar
el hastío que a veces me genera el mundo;
si culeo es porque nació de repente
del murmullo de anhelos entre cuerpos solitarios.
Ya no creo en los caudillos, ni en los elegidos, ni en los genios.
No creo en los self made rich men, ni en los grandes
emprendedores, ni en los brillantes académicos.
Sea lo que sea que seamos, no es fruto de dones,
ni méritos perfectos, ni comandos divinos extra-terrenales;
sino de la perpetua danza de lo dado y lo posible,
de los naipes y los dados con que nos apostamos
el día a día de nuestras vidas.
Ya no me importan los destinos,
ni las misiones ultimas,
ni la prestidigitación de la providencia.
Me importa la palabra que camina
y no, la que por los cielos, altiva, planea;
la que olvida que fue primero cuerpo antes que verbo...
La que surcando alturas abisales,
justifica arranques de violencia
Y luego exige nuestra reverencia
engendrando orgullosa sus males.
Ya no creo, en fin, en los criterios trascendentales
para defender la dignidad, o el conocimiento, o la resistencia.
Si lucho, si conozco, si resisto es porque existo aquí y ahora
y sufro y amo y lloro.
Esas son mis únicas certezas.
lunes, 12 de octubre de 2020
Especulación libre no.1: Por qué el humor no es inocente [revelado I]
«En la risa observamos siempre una intención no declarada de humillar» - Henri Bergson“Lo que confiere el carácter cómico o trágico a una historia es la distancia que tomamos respecto de lxs protagonistas” -Quizá Juanita.
1.Cuando tenía unos 14 años, hablaba con Juanita sobre qué carreras estudiaríamos. Ella me habló de su interés por estudiar ciencia política o derecho, con la intención de mejorar al mundo. Mencionó después lo mucho que ansiaba un gobierno “feminizado” -tengan en cuenta que la memoria es endeble y este recuerdo está siendo leído desde quien soy hoy, es un parafraseo vago-. Yo respondí, a modo de burla que “las mujeres no pueden gobernar ¿te imaginas una pelea de greñas entre dos presidentas?”. Ella no río, yo sí. Hoy por hoy ningunx de lxs dos se ríe ante dicha frase -si alguno de uds se ríe, elimíneme-. ¿Qué cambio en mí? ¿por qué ya no me da risa el chiste machista? Para responder esta pregunta quiero que imaginemos el humor como un origami hecho de lenguaje. Plegamos el lenguaje de diversas formas, y cada paso, cada pliegue, es un paso necesario para el resultado: causar risa en un espectador.
2. Pero para responder la pregunta de por qué ya no me da risa ese chiste, debo responder por qué me daba risa en primer lugar. Pongamos una situación hipotética en la que le cuento el mismo chiste a un tío uribista y este, en lugar de sermonearme, ríe alegremente conmigo. Conviene pues, que desglosemos los componentes que conforman ese encuentro entre mi tío y yo al reírnos.
2.1. Parece evidente que deben existir por lo menos dos personas para que se dé el encuentro. Aquí hagamos otra distinción. Puede generarse un encuentro humorístico ya sea de manera (i) intencional o (ii) accidental. Es decir, puede que uno genere una situación mediante un error ridículo -accidental- o bien, mediante un chiste inteligente -intencional-. Como mi chiste fue intencional, quiero que nos centremos en esa modalidad de encuentro humorístico.
2.2. Bien, tenemos dos agentes cuyo encuentro humorístico es intencional, así, podemos designar roles a cada uno de estos agentes. Uno será el humorista y el otro el espectador. Aquello que ejerce el humorista sobre el espectador lo llamaremos acto humorístico. Todo acto humorístico consta de un agente que intencionalmente quiere despertar risa en un espectador, un oyente, mediante el humor.
2.3. A estos actos, les son concurrentes unas experiencias humorísticas, es decir, unas vivencias que tienen los agentes entorno del encuentro humorístico. Estas experiencias son distintas, pues la del humorista está "guiando" el encuentro, mientras que la del espectador está siendo "guiada". Para responder a la pregunta de por qué a mi tío uribista le da risa el chiste, tenemos que analizar la experiencia humorística del espectador. No nos centraremos en cómo guío el encuentro sino cómo es guiado mi tío y por qué puede ser guiado en primer lugar.
3. Para analizar la experiencia humorística del espectador quisiera que usáramos el chiste machista como objeto de análisis. Describamos los distintos momentos de esta experiencia humorística para clarificar eso que hacemos tan automáticamente al reírnos de un chiste. Retomemos el escenario hipotético: estoy tomando unas polas con mi tío y le digo "tío ¿sabés por qué las mujeres no pueden gobernar? Porque qué boleta una pelea de greñas entre presidentas". Mi tío se ríe conmigo. Ahora pongámonos en los zapatos de mi tío ¿qué es lo que él ve en mí cuando despliego mi humor? Si me mira con detalle, podrá ver que el despliegue de mi humor no es otra cosa que los pliegues del lenguaje que hago, para hacer mi figurita de origami.
3.1. Primer doblez: introducción del contexto. Este doblez será la base del resto de la figura, o sea, del chiste. Este primer momento de la experiencia humorística consta de ser introducidx a un tema sobre el cual tenemos una expectativas que compartimos con el humorista; expectativas que emergen de unas creencias comunes. En otras palabras, es la introducción de una cotidianidad y un conjunto de posibilidades que puede tener dicha cotidianidad. Veamos. Yo digo "por qué las mujeres no pueden gobernar?" Aquí ya presupongo una creencia compartida entre mi tío y yo -las mujeres no pueden gobernar-, pero hago una pregunta, que genera expectativas en mi tío. El primer doblez, el primer momento de la experiencia humorística es pues, preparar el terreno de lo cotidiano para sembrar la semilla del asombro. Le digo a mi tío que pensemos en conjunto las posibles implicaciones de mi pregunta. El humorista aquí toma un papel fundamental.
3.2. Segundo doblez: un giro inesperado. Este doblez es el que le da consistencia a nuestro origami. Este segundo momento de la experiencia humorística es la introducción de un elemento disruptor, que avivará la curiosidad de nuestro oyente, en tanto viola sus expectativas. Veamos. Yo digo "porque habría presidentas agarrándose de las greñas". Lo esperado para un machista es la pelea de greñas, pero ¿entre presidentas? ¿entre el "pulcro" escenario de la política pública? Esta imagen disruptiva es el elemento inesperado que viola la expectativa del oyente. Esto va de la mano con la teoría del humor que propone Bergson, quien nos dice que "Se obtendrá una frase cómica insertando una idea absurda en el molde de una frase consagrada” (2007, p.86).
3.3. Introduzcamos una hipótesis de lo mental. La mente tiene como función esencial el generar hipótesis sobre el mundo y contrastarlas de acuerdo con la información que adquiere del mismo, con el fin de disminuir los niveles de discrepancia, de desajuste. Es decir, un sistema cognitivo genera modelos, predicciones, que serán puestas a prueba con la realidad. "Donde hay un desajuste significativo entre la predicción y las señales entrantes, la discrepancia (el error residual, o el error de predicción) se mueve hacia adelante (o hacia "arriba") a través de un sistema jerárquico que ayuda a refinar las predicciones" (Nave, Deane, Miller y Clark, 2020, p.3).
3.4. Si el humor genera errores de predicción, fomenta el refinamiento de las predicciones. En otras palabras, la experiencia humorística supone una forma de aprendizaje. Las expectativas de mi tío se ajusta con cómo se le presenta el mundo. Como es un hombre, blanco, uribista, machista, etc, el mundo se le presenta dentro de este espectro patriarcal. No sólo a nivel simbólico sino también material. Es decir, mi tío no sólo tiene una forma particular de representarse el mundo que es patriarcal, sino que también ocupa posiciones sociales que le confieren una posición de superioridad frente a, por ej, su esposa.
3.5. Así, el elemento disruptivo del segundo doblez tiene como objetivo paradójico refinar las hipótesis que hace mi tío sobre el mundo y lo femenino, reafirmando sus creencias y no cambiándolas. Este es el tercer doblez, el tercer momento de la experiencia humorística. Y este momento no es más que el momento en el cual el oyente encuentra lo cotidiano dentro de ese elemento disruptivo; a saber: la pelea de greñas. Lo disruptivo para él es que se de en la esfera política pública, no que haya mujeres "que se pelean por las greñas". Por eso, este elemento disruptivo es ambivalente: genera sorpresa pero también reafirma lo cotidiano.
4. Las transformaciones cómicas de las proposiciones, según Bergson. En su libro "La risa", Bergson (2007) nos habla de aquellas operaciones lingüísticas que debemos hacer para que una declaración que hagamos devenga cómica, genere risa. Propone tres tipos de transformaciones, pero aquí nos centraremos sólo en una: las transposiciones.
4.1. Para Bergson esta es la transformación que tiene mayor fuerza cómica -que puede generar más risa- y consta en "transponer una idea a un tono que no es el suyo" (Martín, 2011, p.148). Por ejemplo, en nuestro chiste hay dos tonos: lo solemne, que estaría en lo público-político y lo familiar que estaría en la pelea de greñas. Cuando al hacer el chiste hablamos de la pelea de greñas como elemento constitutivo de ese mundo político hipotético, hacemos una transposición de lo solemne a lo familiar, que nos da como resultado una parodia de lo político. Es decir: leemos lo familiar y mundano -una pelea- en un tono solemne. Si se transpone de A a B, lo que se hace es leer a B en función de A. No obstante, pareciera que este tipo de transposición es más afín a actos humorísticos en formato de obras dramáticas, series, películas, musicales, etc. Así, es la presentación constante de una historia familiar leída en tono solemne lo que le da el carácter de parodia: a saber, ver en asuntos "mínimos" cosas de suma importancia. En otras palabras: transponer lo solemne a lo familiar es cantar una melodía familiar con una armonía solemne -i.e Cantar un reggaeton sobre una obra de Baethoven. Esta primera transposición, pues, es la génesis de un género de lo cómico: la parodia.
4.2. Transposiciones entre lo real y lo ideal. Uno de los tipos de transposiciones consiste en hacerlas entre lo real y lo ideal, lo que es y lo que debe ser. De estas transposiciones posibles, Bergson nos ofrece la génesis de la ironía y del humor. "La ironía consiste en enunciar lo que debería ser, fingiendo creer que es precisamente lo que es. El humor se caracteriza por describir minuciosamente lo que es, aparentando creer que es lo que las cosas deberían ser." (Martín, 2011, p.149).
4.3. Así pues, si aplicamos la fórmula derivada en 4.1 (transponer A a B es leer a B en función de A), el humor hace una descripción de las cosas en un tono normativo, es decir; la experiencia humorística nos vende un "es" como si fuera un "debe ser". Es un dispositivo retórico sumamente eficiente para la legitimación de órdenes sociales. Es una transposición de lo ideal a lo real.
4.4. Por eso nos dice Bergson "El humorista es aquí un moralista que se disfraza de científico, algo así como un anatomista que no haría la disección sino para repugnarnos; y el humor, en el sentido restringido en el que tomamos la palabra, es una transposición de lo moral a lo científico"(2007, pp. 97-98)
5. Si hilamos los puntos hasta aquí expuestos podemos llegar a unas conclusiones
5.1. Un acto humorístico puede, en esencia, ser un acto moral y político. Mi chiste machista crea un vínculo entre dos personas machistas para burlarse en conjunto de una persona que vale menos de acuerdo con sus creencias. Esto se logra mediante la presentación de lo cotidiano (tono moral) de manera novedosa (tono científico). Al hacer los tres dobleces de nuestro origami, al pasar por los tres momentos de la experiencia humorística, al reírnos del chiste machista, estamos diciendo: así es y así debe ser.
5.2. De esta manera, para que un acto humorístico sea efectivo, debe de alguna manera establecer un vínculo entre los agentes involucrados. Para reafirmar colectivamente creencias es necesario que existieran creencias en común previas.
5.3. Así, los distintos sentidos del humor denotan diversas comunidades de hablantes, con distintos tipos de interacciones, relaciones de poder, valores, creencias, etc. Retomando a mi pregunta inicial de "por qué ya no me da risa el chiste machista", la respuesta es: porque ya no pertenezco a ni me enuncio desde esos lugares.
6. Las reflexiones sobre cómo es el acto y la experiencia humorística desde el humorista serán parte de próximas especulaciones.
Referencias:
Bergson, Henri (2007). Le rire, Paris: Presses Universitaires de France.
Nave K, Deane G, Miller M, Clark A (2020). Wilding the predictive brain. WIREs Cogn Sci.2020;11:e1542.https://doi.org/10.1002/wcs.1542
Martin, J. (2011). El humor y la ironía en la risa de Henri Bergson. Filosofía UIS, Volumen 10, Número 1 enero - junio de 2011, pp. 143 - 159
domingo, 11 de octubre de 2020
Especulación libre no.1: Por qué el humor no es inocente [en negativo]